Eider Rodriguez nos habla de su cómic SANTA FAMILIA

9 marzo, 2022
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La familia es una cantera tremenda, tenía ganas de pegarle con el pico, a ver qué salía. La familia es un Estado, pequeño y accesible, con sus normas y sus autoridades, sus límites, sus costumbres y folclore, sus conflictos y treguas, sus religiones, sus constituciones, su historia y proyectos de futuro, sus injusticias y épicas, su propio relato… La familia tiene un sistema propio para vivir y sobrevivir.

Esta que hemos creado está formada por tres miembros: Sorkunde, la madre; Teodoro, el padre y Nora, la hija. También tienen una mascota que anda a su aire.

La historia se sitúa hoy en día, en Donostia. Sorkunde, nacida allí, es dietista de profesión y profesora de catequesis en su tiempo libre. Teodoro, nacido en Guinea, emigró al País Vasco de muy jovencito, y electricista de profesión, sueña con ser ingeniero. Tienen una hija, Nora, la adolescente nadadora, atrapada en su época y en esa edad fatal en la que hay que decidir qué hacer con la vida y en la vida.

En este cómic, como en muchas casas, chocan dos estados: por un lado, el de la adolescencia, por otro, el de la maternidad y el de la paternidad.
La adolescencia la encarna Nora. Se trata de una enfermedad, como sabéis. Una época de enajenación. Fijaos cómo están los adolescentes en los locales, deprimidos; en los videojuegos, encolerizados; en los conciertos, endemoniados; a menudo, simplemente están, a la espera de que la moda les clone; hay jóvenes que se echan a dormir y en vez de dormir hibernan; o cuando hablan del futuro, se convierten en filósofos con acné; perdido el control sobre el cuerpo, se transforman día a día y en ese nuevo caparazón deben encontrar su nueva morada… Desde este nuevo cuerpo tendrán que mirar al mundo, a pesar de que el mundo, en adelante, no verá más que el contenedor del nuevo cuerpo.

Y esas malditas preguntas… quién soy, quién quiero ser, adónde voy… Así está Nora, incapaz de escapar de la condena que arrastra su nombre, ya que en vasco, Nora significa AdóndeLa adolescencia es el momento de tomar decisiones, decisiones reales. Se fue la época en la que las decisiones eran tomadas por otros y la propia identidad estaba en manos ajenas. Se acabó. Y la asfixia de esa seudo-libertad. Y el miedo a esa asfixia. Y la parálisis que conlleva el miedo. No es una época dulce. Y alerta: según la Asociación Mundial de la Salud, uno de cada cinco habitantes del mundo es adolescente. Estamos rodeados. Nos tienen asustados. Pero qué entrañables son a la vez…

Al igual que todos llevamos al niño que fuimos dentro, también llevamos a aquel adolescente asustado o trash que fuimos. Este cómic quiere invocarlo. A la pureza que encierra su terrible belleza. Los adolescentes, de manera soterrada, representan una cierta esencia, el núcleo íntimo y auténtico de uno mismo. Pero si los adolescentes son temibles para alguien es para sus padres. En ese lugar donde se cruzan el mundo y el segundo se desata el terror. La ecuación padres más adolescente suele tener un resultado pésimo. Y ahí entran en juego Sorkunde y Teodoro, el mando y el timón, los dioses fundacionales, con sus proyecciones, sueños, vergüenzas, y locuras.

Esta Santa Familia guarda un secreto. Está depositado en Nora, quien harta, decide desvelárselo a su padre y a su madre. Y ahí se produce la explosión, el boom, la familia aparentemente estable e indisoluble se quedará patas arriba y con el culo al aire. Tendrán que reinventarse, cada uno por su lado, rota la santa trinidad, pero sin poder escapar de los límites del triángulo.

¿Alguien ha respondido alguna vez a la pregunta de por qué quiso traer hijos al mundo? ¿Y alguien ha preguntado alguna vez con acierto a alguno de estos hijos por qué vinieron al mundo? ¿Por qué decide alguien ser madre o padre? Tiene una respuesta difícil, pero todavía es más difícil responder a la pregunta de por qué decide alguien ser hijo o hija.
Me parece que ambas son preguntas que se deben hacer. Y que merece la pena intentar una respuesta.

En cualquier caso, no creáis que se trata de una historia escrita con angustia. Hemos afrontado esta tarea sin drama y supuestamente con humor, no sé si lo hemos conseguido.
Para mí ha sido un placer trabajar con Julen. Normalmente, los escritores trabajamos en solitario y en soledad. Y en este sentido, ha sido una experiencia luminosa y alegre trabajar al lado de este tipo, y no es ninguna tontería, porque creo que ha dejado huella en el resultado, huellas de luz y alegría. No ha parado de añadir detalles que han sido importantes en la narración. Ha sido todo un placer colaborar con él.

Eider Rodriguez – guionista del cómic “Santa familia

Podéis leer aquí las primeras páginas del cómic SANTA FAMILIA.