La trama sobre la que se construye la historia de Arde Cuba, no es el único hecho histórico que aparece en el álbum.
Agustín ha hecho muchos guiños a lugares y personajes reales de la Cuba de finales de los 50.
Uno de ellos es el conocido como “El Loco” también apodado “El Caballero de París”, José María Lledín era su nombre.
Todo un personaje bien reconocido por los cubanos por su llamativo aspecto.
Siempre vestido de negro, ataviado con su capa, larga melena y gran mostacho al estilo de uno de los mosqueteros de Dumas.
“El Loco” deambulaba por las calles de la Habana desde los años 20. Se decía que había nacido en Lugo y que llegó a la Habana con 14 años.
No aceptaba limosna, sino que regalaba tarjetas hechas por él y lápices, siempre cortés y gentil con aquellos que le ofrecían su ayuda.
Murió en 1985 en el Hospital Psiquiátrico de La Habana (Mazorra).
Pero su recuerdo quedó inmortalizado con una estatua de bronce en la entrada de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís.
Y ahora también dibujado por las acuarelas de Agustín Ferrer en la portada y el interior de la historia de Arde Cuba.
Un personaje mucho más importante de lo que esperas.
